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- 29 Nov 2023
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OTRAS SEIS PERSONAS QUEDARON HERIDAS
El agresor, con problemas mentales, irrumpió en las instalaciones golpeando a los monjes con palos y una botella.
Hombre que decía ser Jesucristo mató a un hombre tras irrumpir en monasterio.
Un violento ataque ocurrió en el monasterio del Santo Espíritu del Monte, en Gilet (Valencia), dejando como saldo un religioso fallecido y seis más heridos.
El agresor, con evidentes problemas mentales, gritaba ser "Jesucristo" e irrumpió en las instalaciones golpeando a los monjes con palos y una botella, antes de huir hacia el bosque cercano.
El Centro de Información y Coordinación de Urgencias atendió a las víctimas, entre ellas un hombre de 76 años que sufrió un traumatismo craneoencefálico y falleció posteriormente en el hospital. Los otros tres heridos, de 57, 66 y 95 años, presentan contusiones y traumatismos de diversa gravedad.
Uno de los monjes que fue testigo del ataque describió al agresor como un hombre robusto de entre 30 y 40 años, aparentemente enajenado.
Según relató, los gritos comenzaron en los dormitorios del monasterio, donde el atacante irrumpió violentamente. Otro fraile explicó que, pese al caos, el agresor no robó nada antes de huir hacia las montañas.
El agresor, con problemas mentales, irrumpió en las instalaciones golpeando a los monjes con palos y una botella.
Hombre que decía ser Jesucristo mató a un hombre tras irrumpir en monasterio.
Un violento ataque ocurrió en el monasterio del Santo Espíritu del Monte, en Gilet (Valencia), dejando como saldo un religioso fallecido y seis más heridos.
El agresor, con evidentes problemas mentales, gritaba ser "Jesucristo" e irrumpió en las instalaciones golpeando a los monjes con palos y una botella, antes de huir hacia el bosque cercano.
El Centro de Información y Coordinación de Urgencias atendió a las víctimas, entre ellas un hombre de 76 años que sufrió un traumatismo craneoencefálico y falleció posteriormente en el hospital. Los otros tres heridos, de 57, 66 y 95 años, presentan contusiones y traumatismos de diversa gravedad.
Uno de los monjes que fue testigo del ataque describió al agresor como un hombre robusto de entre 30 y 40 años, aparentemente enajenado.
Según relató, los gritos comenzaron en los dormitorios del monasterio, donde el atacante irrumpió violentamente. Otro fraile explicó que, pese al caos, el agresor no robó nada antes de huir hacia las montañas.