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La doble erupción solar es poco común y ya envió dos eyecciones de masa coronal hacia la Tierra, que se espera llegarán el miércoles.
Según los expertos del Centro de Predicción de Clima Espacial de NOAA, dos eyecciones de masa coronal vienen camino a la Tierra, y con ellas podría llegar un regalo fulgurante: el espectáculo de una aurora que llegará más al sur de lo habitual, tal vez iluminando los cielos sobre parte del norte de EE.UU. como Nueva York e Idaho.
El alerta de clima espacial se vincula con una rara característica solar doble: dos erupciones de filamento magnético que lanzaron masa coronal desde el sol durante el fin de semana. Si las dos masas coronales llegan casi juntas a la Tierra como se pronostica, tal vez el miércoles se pueda ver una tormenta geomagnética clase G2 (moderada).
Un ciclo
El sol pasa por un ciclo de 11 años durante el cual su campo magnético cambia de dirección, y eso provoca cambios en su superficie. Este ciclo lleva a la formación de manchas solares, que son regiones en la superficie solar donde las líneas de los campos magnéticos son especialmente intensas. Esas manchas a menudo se convierten en centros de potente actividad solar como las llamaradas y eyecciones de masa coronal.
Cuando estos estallidos de energía envían partículas cargadas en dirección a la Tierra, pueden interferir con señales de radio, afectar redes de energía, y crear bellas auroras cuando las partículas colisionan con la atmósfera de la Tierra.
Según el boletín del NOAA, las dos eyecciones de masa coronal que el sol despidió el 13 de abril llegarían a la atmósfera exterior de nuestro planeta el 16 de abril, y los efectos durarían hasta el 17 de abril.
Shawn Dahl, coordinador de servicios del Centro de Predicción de Clima Espacial le dijo el año pasado: “La cuestión es que estaremos bajo la influencia de actividad aumentada todo este año, todo el año próximo, e incluso en 2026 en que continuaremos teniendo mayores probabilidades de que sigan sucediendo este tipo de actividades de tanto en tanto durante lo que resta de este máximo del ciclo solar que estamos experimentando”.
Es decir que podemos esperar más tormentas geomagnéticas mientras el sol pasa por este ciclo. Con pocas excepciones – el evento Carrington de 1859 – son eventos que no interfieren con la vida cotidiana. Pero si tenemos suerte tal vez podamos apreciar la brillante luz natural de un espectáculo generado por el sol en los cielos de nuestro planeta.

Según los expertos del Centro de Predicción de Clima Espacial de NOAA, dos eyecciones de masa coronal vienen camino a la Tierra, y con ellas podría llegar un regalo fulgurante: el espectáculo de una aurora que llegará más al sur de lo habitual, tal vez iluminando los cielos sobre parte del norte de EE.UU. como Nueva York e Idaho.
El alerta de clima espacial se vincula con una rara característica solar doble: dos erupciones de filamento magnético que lanzaron masa coronal desde el sol durante el fin de semana. Si las dos masas coronales llegan casi juntas a la Tierra como se pronostica, tal vez el miércoles se pueda ver una tormenta geomagnética clase G2 (moderada).
Un ciclo
El sol pasa por un ciclo de 11 años durante el cual su campo magnético cambia de dirección, y eso provoca cambios en su superficie. Este ciclo lleva a la formación de manchas solares, que son regiones en la superficie solar donde las líneas de los campos magnéticos son especialmente intensas. Esas manchas a menudo se convierten en centros de potente actividad solar como las llamaradas y eyecciones de masa coronal.
Cuando estos estallidos de energía envían partículas cargadas en dirección a la Tierra, pueden interferir con señales de radio, afectar redes de energía, y crear bellas auroras cuando las partículas colisionan con la atmósfera de la Tierra.
Según el boletín del NOAA, las dos eyecciones de masa coronal que el sol despidió el 13 de abril llegarían a la atmósfera exterior de nuestro planeta el 16 de abril, y los efectos durarían hasta el 17 de abril.
Shawn Dahl, coordinador de servicios del Centro de Predicción de Clima Espacial le dijo el año pasado: “La cuestión es que estaremos bajo la influencia de actividad aumentada todo este año, todo el año próximo, e incluso en 2026 en que continuaremos teniendo mayores probabilidades de que sigan sucediendo este tipo de actividades de tanto en tanto durante lo que resta de este máximo del ciclo solar que estamos experimentando”.
Es decir que podemos esperar más tormentas geomagnéticas mientras el sol pasa por este ciclo. Con pocas excepciones – el evento Carrington de 1859 – son eventos que no interfieren con la vida cotidiana. Pero si tenemos suerte tal vez podamos apreciar la brillante luz natural de un espectáculo generado por el sol en los cielos de nuestro planeta.